Incendio en la fábrica Vasena, de Urquiza y Cochabama. Archivo General de la Nación
Si bien el país había logrado ingresar en el sistema democrático de elección de sus autoridades, la situación social distaba muchísimo de asentarse en el bienestar y el reconocimiento de las demandas básicas. El estallido, durante diciembre de 1918, del conflicto en la fábrica Vasena, ubicada en Parque Patricios, había fortalecido la lucha por las ocho horas de trabajo -frente a las once que se cumplían- como así la solidaria acción de las representaciones de la FORA, la federación obrera, como de los partidos socialistas, del incipiente partido comunista y de las ramas del anarquismo convirtieron a aquella lucha en emblemática de las reivindicaciones obreras y populares frente a sectores oligárquicos. En tal sentido es revelador esta nota que detalla, en clara síntesis, la envergadura de la lucha obrera.
Miembros de la Liga Patriótica, organización de extrema derecha, recorren las calles con policías armados. Archivo General de la Nación
El nacimiento de La Liga Patriótica, integrada por civiles armados que recorrían las barriadas populares y ejercían justicia por mano propia acompañados por la policía, sentó un precedente que con diferentes nombres atravesaría la historia nacional. La tristemente recordada Triple A, fue una reencarnación del homicidio impune y apañado estatalmente contra las reivindicaciones populares y sus luchadores.
Ante el paro de transporte, los féretros son llevados a mano por las fuerzas obreras
El entierro de los obreros y militantes caídos en la criminal represión arrancó la solidaridad de buena parte de la ciudad de Buenos Aires, en particular de los inmigrantes e hijos que atesoraban las ideas libertarias que habían traido de la vieja Europa. El relato familiar, contaba mi madre, había implicado que don Ildebrando junto a su esposa y los seis hijos, llevando algo rojo en sus prendas, manifestaran por la calle Triunvirato (actual Corrientes), en Villa Crespo hasta Boedo junto a las banderas desplegadas de todas las corrientes de izquierda, libertarias, en la marcha hasta el cementerio de la Chacarita.
Esa lucha no había sido irrelevante. En los años siguientes ocupó un espacio central en el debate de la ideas de conformación de las estructuras revolucionarias, teniendo en cuenta que la revolución bolchevique, de octubre de 1917, había triunfado en la vieja Rusia zarista y actuaba como un faro irrenunciable.